El Adversario

Me has golpeado.
Me has perseguido.
De mis defectos te has burlado,
con tu fervor sin sentido.

Me has asechado
para hacerme tropezar.
Buscando el golpe exacto
en mi mayor debilidad.
Provocando en mí una promesa de venganza.
Para defender mi orgullo abatido.
Día trás día levanto contra tí mis armas.
Esperando que en algún momento te des por vencido.
Llevamos en guerra no se ya cuantos años.
Estudiando nuestras debilidades para hacernos aún más daño.
Sin saber, que nos hemos conocido imperfectos, como seres humanos.
Que ahora me atrevería a llamarte mi hermano.
Por eso hoy, mi íntimo adversario.
Suelto las armas para extenderte mis brazos.
Olvidando así el odio que me has guardado.
Para poder olvidar yo cuanto te he odiado.
Ahora es tiempo de sembrar,
Buenos recuerdos que equilibren los malos.
Perdimos tanto de lo que amábamos al luchar,
que ahora prefiero luchar por encontrar la paz que tanto hemos anhelado.