El Automóvil como Instrumento del Mal

El título de estas ideas se refieren a precisamente como el vehículo motorizado ha incrementado malas practicas y conductas en nuestra sociedad y como se pueden evitar. Es verdad que los avances tecnológicos nos han llevado de cierta forma a vivir aún más rápido que las generaciones que nos precedieron y con más influencia que otros artefactos modernos el vehículo motorizado se ha significado para nuestra sociedad un aparato que sirve para acortar distancias. Sin embargo, como todas las invenciones del hombre, el carro trae consigo unas consecuencias terribles para nuestra sociedad.

Desde el punto de vista arquitectónico, el vehículo motorizado se ha convertido en el nuevo dimensionamiento áureo para los grandes edificios que deben contener enormes cantidades de automóviles, además de ser el mayor mueble doméstico en nuestros tiempos. Esto causa que las áreas útiles que dejamos para los carros sean mayores que incluso las áreas que utilizamos para vivir. Teniendo como consecuencias grandes desperdicios de terreno  en el caso de residencias privadas al igual que en locales comerciales que no constan de estacionamientos subterráneos y son estas áreas del terreno las cuales no sirven más que para que el carro se quede allí mientras los usuarios se ven forzados a desenvolverse en áreas apretadas y menores.

En el caso de edificios modernos ya sean residenciales o corporativos, el arquitecto se ve en la minuciosa tarea de diseñar y modular la estructura de una forma que no interfiera con las maniobras vehiculares, cosa que no logran muy bien, y dado el caso que la hagan, entonces quedan con la contradicción de tener excelentes estacionamientos y pésimas oficinas o residencias privada las cuales no se acomodan a la modulación del intercolunio. Obviamente hay sus excepciones, arquitectos que ya han desarrollado técnicas de diseño las cuales interrelacionan estos espacios y ejes verticales de manera muy coherente, pero estos son muy escaso.

Ni hablar de la contaminación que ya aburre oír que tan dañino los gases de los vehículos son, ni de los problemas de salud que se generan por estar horas sentados en uno.

Pero hay otro aspecto que no se discute mucho  y este es el socio-económico. El desarrollo de los centros urbanos, la aglomeración de servicios y comercios y la misma sociedad ejerce una presión enorme sobre las personas a poseer un vehículo y así mantenerse dentro del circulo de beneficios que brindan los centros urbanos. Esta imposición capitalista por así decirlo, lleva a que los jóvenes se endeuden desde muy temprano en sus vidas, ya sean parejas o universitarios son forzados a comenzar sus vidas de adultos endeudados y además gastando en una manutención del vehículo.

Lo peor de todo  es que el uso del vehículo se puede evitar o por lo menos minimizar. Y no me refiero a darle la responsabilidad al gobierno a que genere transportes públicos eficaces ya que eso debió haber sido la solución hace muchos años.

Es entonces donde me pregunto: Es tán grande el beneficio de un automóvil para que hagamos tanto sacrificios  (urbanos, espaciales, sociales y económicos) por el?

A mi parecer existen varias opciones que cada individuo o núcleo familiar puede recurrir  para evitar del todo el uso del automóvil (o al menos minimizarlo al máximo) y para mí lo mejor que se puede hacer es informarse y organizarse. Por ejemplo, si se desea vivir dentro del centro urbano, se debería estudiar y analizar las distancias entre la residencia, el trabajo y los servicios básicos (salud, alimentación, etc.). Si la residencia esta lejos de los otros entonces mudarse, si el trabajo esta lejos entonces cambiarse, si los servicios básicos no están disponibles entonces programarse para hacer la mínima cantidad de viajes para abastecerse de ellos. Lo ideal sería ubicarse en el centro de todos estos elementos y estar dentro de un radio de acción menor de 30 minutos a pie a cualquiera de ellos.

Aquí entra otra opción y está en los transportes alternativos: ya sean público, motocicletas, bicicletas, o taxi si es muy necesario y no todos los días. Al incluir este factor de transportes alternativos se puede ampliar más el radio de acción de las ubicaciones claves para el desarrollo de una persona o familia promedio. Ahora si cuenta con un capital substancial y no le molesta en lo absoluto estar horas sentados en un vehículo entonces no siga leyendo.

Definitivamente cambiar de casa o trabajo a veces no es rentable, es entonces donde la persona o familia que vive una crisis por culpa del automóvil debería contemplar la opción de mudarse enteramente de región, ya sea dentro de su propio país o incluso contemplar fuera de él. Parece alocado y atrevido proponer esto, pero si van a vivir para estar mas tiempo en el carro que con sus seres queridos y trabajar para pagar gasolina, mantenimiento, estacionamientos, aseguradoras, cubrir accidentes y bien-cuidaos sería como dicen en buen panameño «trabajar para el gringo» y el estrés emocional que todo esto trae le llevará a un gasto mayor a futuro en psicólogos, antidepresivos, ansiolíticos, etc.

Así que si tuvieron la paciencia de leer todo esto, les invito a que reflexionen de los beneficios y perjuicios que es mantener un automóvil en sus casas y analicen si dentro de las opciones mencionadas existe alguna aplicable. No seamos conformistas y resignados, siempre se puede vivir mejor.