Y derrepente… Tu.

Y derrepente… Te veo.

y todas las prioridades, necedades,

inconclusas actividades,

ordenadas en carpetas perfectamente administrables

Quedan regadas en el piso

de mis más básicos instintos animales.

Asi.. derrepente, me pierdo..

No tiene sentido el tiempo ni el contexto,

el efímero momento en que sueño con tu cuerpo

Que perturba los cimientos

de una mente ordenada y su catálogo de conocimientos

En un instante de profundo deseo,

quedo perplejo en el reconocimiento

que al final de todo, no soy un hombre…

sino más bien, un simple mamífero promedio.

-me amargo.