Y no me refiero al medio día del 29 de febrero que sucede cada 4 años por ser año bisiesto.
Me refiero a un día de verdad, 12 horas perdidas por completo, o mejor explicado: vivídas muy rápido (Talking about live fast and die young! as we don’t have a choice for the alternative «Growing Old»)
Les elaboro:
Cada cierto tiempo cuando se me presentan ciertas situaciones en la vida, me someto casi mecánicamente a un auto análisis del «yo mismo» y mi desarrollo a lo largo de mi vida; ya que por alguna razón por más que haga en mi vida personal, profesional, artística o familiar; no logro quitarme de encima esa sensación que todavia me falta algo por hacer.
de todas las decisiones tomadas, de todos los caminos seguidos y los caminos sin explorar que he dejado… de todo el tiempo perdido en llanto y preocupaciones, de todas las probabilidades no probadas… del exquisito «tal vez», o el famoso «quizás»… o mejor aún, del siempre mencionado en retrospectiva mea culpa «y si hubiera dicho esto? hecho aquello?».